Has puesto el despertador del teléfono a las 4 de la mañana, la predicción meteorológica no preve una noche demasiado fría, e intentamos aprovechar las horas mas gélidas de la madrugada para acometer la escalada. Aun así cuando suena la musiquilla horrorosa del móvil, a quien cojones se le ocurrirá, maldices todo lo maldecible y una vez más piensas eso de que "quien cojones me manda a mi meterme en estos fregaos".Te echaste a dormir un poco más tarde de las 12, y aunque la vía no es de aquellas que te hacen "cagar vinagre" y esperamos una escalada fácil y disfrutona, pues no consigues dormir inmediatamente y cuando por fin lo logras el sueño no es demasiado reparador.
Cansinamente te pones en marcha pensando que dentro de un par de horas estarás disfrutando de la escalada, te vistes y tratas de desayunar algo, poco a poco te calientas y la sangre comienza a llegar a tu cabeza dándote un atisbo de raciocinio, ya que hasta ahora tus movimientos han sido poco más que los de un autómata torpe y lento, fuera parece que esta haciendo más frío de lo esperado, ese hecho aunque sabes que es bueno te aletarga un poco más si cabe.
Por fin te cuelgas la mochila a la espalda, inseparable compañera, y comienzas a caminar valle arriba, la nieve , tan abundante este invierno cruje a tus pasos e intentas , esta vez conscientemente poner tu cuerpo en "modo autómata" ladera arriba.
No tardamos mucho en comprobar que la nieve cede bajo nuestros pies más de lo esperado, no esta tan transformada como creíamos e inevitablemente la sombra de la duda planea sobre nosotros por primera vez.
Es la segunda vez que me dirijo a esta montaña este invierno, la anterior, en solitario, fue justo antes de comenzar el largo periodo de nieves casi interrumpidas de esta temporada, en aquella ocasión cuando llegue al collado y debería ver la montaña un mar de nubes me lo impedía y como dice un buen amigo mio "nevaba a copo cerrao", ante tal panorama me di la vuelta autoconvenciendome de que había hecho lo mejor y ya tendría tiempo de volver.
Esta vez cuando llego al collado no lo reconozco, he estado en este punto infinidad de veces y jamas lo había visto así, no consigo adivinar el mejor camino para bajar al valle y dirigirme a la base de la pared, las toneladas de nieve caídas este invierno unido al viento que ha soplado han creado unas cornisas que superan ampliamente mi altura, realmente no se ven ninguna de las referencias que me han servido otros años, y para colmo de adivinan placas de viento realmente grandes. La nieve no esta nada estabilizada a estas alturas, y aunque lo intento no consigo encontrar un camino lo suficientemente seguro, quizás hubiesemos conseguido pasar airosos, pero en ese caso .¿en que condiciones nos hubiesemos encontrado una pared no del todo vertical? definitivamente hoy tampoco será el día.
Los pensamientos se agolpan en la cabeza: Quizá no este tan mal, total la vía no es para tanto, no me apetece salir en los periódicos,por que huevos no me habré quedado durmiendo, este ultimo es el mas repetido.
Total , media vuelta y para abajo, a esperar que mejoren las condiciones en una temporada que nos las prometíamos muy felices pero donde el tan ansiado anticiclón no acaba de llegar, y para cuando lo haga es muy probable que ya no haga el frío suficiente.
En fin es lo que hay, nos dedicaremos al esquí de montaña a ver so conseguimos aprender a esquiar de una puta vez.
A ser bravos.
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